Análisis Uncharted 4: El desenlace del ladrón.
La grandeza nace de pequeños comienzos
No existe mejor frase para definir lo que significa la saga Uncharted, que con su cuarta entrega abandona las aventuras de Nathan Drake y pone el listón de la actual generación de consolas en lo más alto.
La aventura comienza como siempre, acción y espectáculo a bordo de una lancha para después dar paso a un salto temporal para contarnos como hemos llegado a esa situación. Es aquí cuando vemos que la infancia de Nate es mucho más que lo que se contó en la tercera entrega, en la que vimos como conoce al bueno de Victor Sullivan... A estas alturas no creo que sea spoiler decir que Nathan Drake tiene un hermano y que se criaron juntos en un orfanato.
Partiendo de que existe un hermano, Sam Drake, la vida de Nate está muy alejada de las aventuras de antaño y vive una vida de paz junto a Elena. Pero todo se tuerce cuando Sam, dado por muerto hace 15 años, reaparece para pedirle un favor de vida o muerte a su hermano, el cual no duda en acompañarlo.
Es aquí cuando empieza un emocionante viaje que nos lleva a buscar el tesoro pirata más grande de la historia, el tesoro de Henry Every.
Centrándome ya en el apartado técnico del juego...no he visto nada igual. Los modelados de los personajes son lo más realistas que se hayan visto jamás en un videojuego, superando con creces los vistos en Metal Gear Solid V y The Order 1886 por mencionar algunos. La edad se refleja en cada arruga, cada imperfección e incluso en las expresiones de cada uno. El que más me ha sorprendido es el modelado de Sully pues a pesar de ir envejeciendo a pasos agigantados en cada juego, en este se refleja de manera magistral.
Los escenarios son muy grandes, variados y muy detallados. Especial mención a Madagascar. Cuando comencé el capítulo diez y enfoqué toda una explanada para recorrer con el Jeep quedé alucinado con lo que PS4 es capaz de mostrar. Como es costumbre en la saga los escenarios frondosos y con vegetación lucen espectacular, muy cargados y sin tirones. La iluminación simplemente es perfecta.
Hay detalles que lejos de texturas o iluminación dejan con la boca abierta: las manchas de barro en la ropa, como cuando corres y te acercas a una pared coloca la mano para mantener la distancia, la destrucción de elementos en el escenario, como al montarte en el Jeep se descuelga el arma principal para dejarla a un lado y para bajar vuelve a colgársela, el pelo mojado y en movimiento cuando nadamos, el efecto de la lluvia sobre las superficies todo esto acompañado de un doblaje y una bso de película... en fin, podría estar nombrando detalles otros tres párrafos más...
Pasando a su apartado jugable, el juego ha dado un salto de calidad con respecto a las anteriores entregas. Esto se traduce en un gunplay perfeccionado, un plataformeo algo más exigente y variado, exploración por encima de la acción y un nuevo sistema de sigilo que mezcla lo visto en Assassin´s Creed y Metal Gear Solid que da un buen resultado en unos escenarios más verticales que en las otras entregas.
Puede pecar de tener menos tiroteos pero están en el momento justo. No he visto masacres como en el primer y segundo juego pero se premia con una exploración que durante toda la aventura te mantiene haciendo algo en compañía de otro personaje que siempre nos ayudará según el tipo de estrategia que sigamos. Si vamos en sigilo, se agazapará entre la hierba y si vamos a saco... pues eso, a saco.
Lo que más me ha gustado de este juego es su narrativa. Se nota muchísimo que los guionistas de The Last of Us están detrás de esta historia y eso se traduce en un argumento más serio y muy bien dirigido, con elementos como conversaciones opcionales y muchas notas que complementan a la que es para mi la mejor trama de la saga.
Una trama buena tiene que contar con un villano bueno... y si son dos mejor! Rafe y Natine se comen la pantalla cada vez que salen. Son los típicos malos que gustan y con los que mantienes una relación de amor-odio hasta el final del juego.
Y hablando del final del juego, sin entrar en spoilers, me ha parecido sublime. Cierra todo dando opción a una deseada quinta entrega en la que se barajan múltiples opciones...no digo más.
En fin, podría estar hablando de esta joya sin parar pero prefiero ponerme a sacarme el trofeo Platino y exprimir esta OBRA DE ARTE. Sólo añadir que sólo por este Uncharted 4: El desenlace del ladrón, debes tener una Playstation 4.